IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA

IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA
Iglesia de San Pablo (ÚBEDA)

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lunes, 17 de abril de 2023

GANADOR MENSUAL (ABRIL) DE RELATOS EN CADENA


 Bueno, pues si lo habéis oído en directo ya sabréis que mi micro 
"TODAS LAS HABITACIONES DE HOTEL SON IGUALES" 

ha sido elegido como ganador mensual (abril) 

del certamen.

Espero que os guste.


 TODAS LAS HABITACIONES DE HOTEL SON IGUALES

 

Si el traje no es para mí, ¿por qué está ahí colgado? Lo he descubierto al emperchar mis pantalones. Había oído lo del amante sorprendido que se esconde en el armario o huye por el balcón, mientras sus ropas diseminadas, hechas un gurruño, se camuflan a patadas de esposa debajo de la cama, pero no justo al revés. Antes de armar la gorda y pedir explicaciones a la que simula dormir entre las sábanas, descubro que he vuelto a confundirme de habitación, porque la que sueña no se parece en nada a mi mujer. Alguien intenta entrar. Completamente desnudo, tengo que decidir ya si armario o cornisa.

domingo, 16 de abril de 2023

TERCER PREMIO DE MICRORRELATO EN ALICANTE

🏅ENTREGA DE PREMIOS 🏅
Ayer celebramos nuestra entrega de premios de microrrelatos en el Hotel Meliá de Alicante. Este año más especial porque celebramos la décima edición.
Queremos dar las gracias a los 101 participantes, que nos han enseñado la magia de les Fogueres a través de las letras. Nos entusiasma recibir Microrrelatos de todas las partes de España .
¡¡ENHORABUENA A LOS PREMIADOS!!
"El Baile del Fuego" de Samuel Jesús Suárez Herrera
2° "Mágica Experiencia" de Vicenta Pomares Mateo
3° "El Ave Fénix" de Esteban Torres Sagra
Damos la gracias al Hotel Meliá, SPI y a la Autoridad Portuaria por colaborar este concurso, así como los miembros del jurado Silvia Rodríguez, Iván Botella y Pilar Tébar, por participar en esta iniciativa.


EL AVE FÉNIX

 

 

Volveré a contar los días para regresar a vivir, ¡sí, a vivir!, porque solo existo en la noche de San Juan. Soy el que da brillo a las estrellas y aroma el aire con esencias, el que retoca la ciudad de Alicante con una bayeta húmeda antes del fuego para que todo luzca precioso y la magia no tenga excusas para ausentarse. El que acerca las manos remisas de los enamorados que no se acuerdan de lo que sienten y necesitan un susurro al oído para recordarlo alrededor de las llamas. También preparo y superviso la pólvora para que sea motor de alegría, se deje domeñar por los artificieros y atienda dócil sus caprichos. Quizás los asiduos a la fiesta sepáis que soy el espíritu de la hoguera. 

Como cada año os pido que recojáis cenizas en una urna y las esparzáis en el mar, de madrugada, desde el malecón del puerto. Yo comenzaré a restar minutos a los días y volveré a contar las horas para resurgir de nuevo con la misma ilusión y dar brillo a las estrellas.

 

domingo, 19 de marzo de 2023

PRIMER PREMIO DE POESÍA EN VÍCAR

 

 Ya tenemos los ganadores del XXVI CERTAMEN DE MUJER Y LITERATURA “APRENDIENDO A AMAR” En las modalidades de relato corto y poesía que organiza la Concejalía de Mujer del Ayuntamiento de Vícar.
Esta mañana ha tenido lugar el fallo del jurado formado por las concejalas del Ayuntamiento de Vícar, las profesoras de lengua de las dos institutos del municipio, la representante de la asociación de mujeres Caliza y varias técnicas del centro de la mujer.
La entrega de premios será el día 24 de marzo en La Casa de la Juventud y el Deporte.
GANADORES DE LA MODALIDAD DE RELATO CORTO:
🥇1º Premio
María Victoria López Jiménez con su obra “Flores cortadas”
🥈2º Premio
Alfonso Fernando Quero González con su obra “El señor de la noche”
GANADORES DE LA MODALIDAD DE POESÍA:
🥇1ºPremio
Esteban Torres Sagra con su obra “Ma-má-riposa”
🥈2ºPremio
Iris Graciela Zurschmitten Juárez con su obra “Ayúdame a soñar”

                            MA-MÁ-RIPOSA


Mamá ya no sonríe, ya no canta:

un jilguero muy triste

que ya no come alpiste 

es como si tuviese en la garganta.

Y sus labios -dos pétalos marchitos

que mueren en la sombra

si mi papá la nombra-

solo dejan salir algunos gritos.

 

Cuando había luz en su mirada

lucían como estrellas

sus dos pupilas bellas

antes de culminar la madrugada;

pero mi padre dijo que miraba

con ellos a otros hombres

que no tenían nombres,

y en vez de preguntarle la insultaba.

 

De la escuela muchas veces regreso 

yo solo, sin amigos,

por no tener testigos

que la vean llorar al darme un beso;

apagada, perdida y temblorosa, 

sin perro que le ladre,

no parece mi madre

la niña que naciera mariposa.

 

En sus alas, de dulce caramelo,

atravesaba el aire:

hasta el primer desaire

mi mundo era de azúcar en su vuelo;

sus timones se volvieron añiles

y los cardenales

mostraban las señales

de linchamientos a manos muy hostiles.

 

He ido archivando, subido al podio

del cariño materno,

dibujos de cuaderno:

escenas de mi padre donde el odio

cómplice me hacía sentir culpable

por no poner remedio

a aquel maldito asedio

de un hombre posesivo y miserable.

 

Y me volqué con ella, fui su paño

de lágrimas asiduo,

el único residuo

de amor que la acompañó año tras año.

Por fin me convertí en adolescente

y antepuse mi credo

al terror de mi miedo

enfrentándome al ogro frente a frente.

 

Le amortigüé sus golpes sin clemencia,

mis brazos, más fornidos,

y mis ojos convencidos

notificaron su última advertencia. 

Sin duda el descubrió la preferencia

en mi mirada fría

y supo que no habría

ninguna otra agresión ni más violencia. 

 

Mamá ahora ya sonríe y, a veces, canta;

un jilguero contento

que viviera en su aliento

es como si tuviese en la garganta;

y sus labios -dos pétalos de rosa 

que florecen de prisa-

la aúpan en la brisa

y vuelve a ser, de nuevo, mariposa.


viernes, 3 de febrero de 2023

PRIMER PREMIO MICRORRELATO EN ALICANTE

 

 Esteban Torres Sagra describe “Círculos bermejos”

















El autor es el ganador del II concurso de microrrelatos monastrell

El microrrelato titulado “Círculos bermejos” es el ganador del segundo concurso de 

microrrelatos en torno a la monastrell que el Consejo Regulador de la DOP Alicante 

convoca para la celebración del día para este varietal, el más importante en cuanto a 

representatividad y expresión en la zona.

El autor ha creado una escena sugerente y evocadora entre una pareja, una escena de bar 

y ciertos juegos eróticos que han llamado la atención del jurado. También se ha destacado 

del mismo “cierta ironía, sarcasmo y hasta elementos de caricatura”. 

Su autor, Esteban Torres Sagra, natural de Úbeda en Jaén, es además un reconocido 

participante de concursos de escritura de diversos formatos que ha obtenido casi dos 

centenares de reconocimientos a lo largo de todo el país.

Para el, la monastrell le ha sugerido esta escena, ya que el mismo la conoce tras haber 

vivido unos años en la localidad de Elda y haber visitado bodegas en la zona. 

En conjunto se han recopilado casi 40 textos recibidos de diferentes partes de España, 

aunque más de la mitad han sido locales, incluso dos de los finalistas escritos en valenciano 

y hasta un poema. El jurado ha destacado la calidad media de los mismos, muchos de ellos 

cargados de nostalgia y apego a la tierra y la familia, lo que se considera un “patrimonio 

emocional de este varietal”.

El jurado ha estado compuesto por periodistas, libreros, escritores y profesores de escritura 

creativa junto a representantes del Consejo Regulador.

Empieza el año literario para mí con muy buenas noticias, porque me comunican desde la organización que mi microrrelato 

"CÍRCULOS BERMEJOS" 

ha resultado galardonado con el primer y único premio del certamen a que hace referencia el cartel. Está dotado con 1000 euros. 

El texto es el que sigue. Espero que os guste:


CÍRCULOS BERMEJOS


He pedido una botella de blanco. El camarero, casi adolescente y muy guapo, se ha sentado en mis rodillas y, a modo de cata, ha rozado sus labios con los míos; después ha girado la cabeza circularmente, me ha dado a oler su pecho generoso metiendo mi nariz entre los botones de su camisa y, finalmente, me ha besado. Un beso lento con retrogusto a dentífrico de flores: azucenas, jazmines y azahares, bastante agradable. He decidido, no obstante, que no merecía su precio: estaba a temperatura inexacta y, para mi gusto, demasiado joven, aunque la añada era excelente.

He solicitado por eso otra marca, esta vez un tinto de crianza. Un nuevo camarero, éste senegalés, aún más atractivo que el primero y con más empaque y solera, ha hecho los honores y hemos repetido el ritual hasta que lo he dejado sin líquido. Todavía degusto las ciruelas y las moras del suyo en mi paladar.

Luego he vuelto a casa para seguir degustando... Mi marido me engaña, lo sé, con una monastrell del 2004. Él cree que no me doy cuenta, pero es descuidado y deja círculos bermejos sobre el cristal de la mesa del salón y cáscaras de langostino, a modo de profilácticos, en la bolsa de los desperdicios. A veces lo beso cuando tiene todavía caliente la boca de su amante -reminiscencias de roble afloran por su piel mediterránea todavía- y formamos un trío de texturas y sabores que nos excita mucho.

Siempre lo niega todo y acabo creyéndolo con la efusión de los vapores etílicos, pero después no le doy importancia y borro de mi memoria los celos y la inquina. Por eso seguimos casados después de tantos años, porque sabemos sacarle réditos a esta sabrosa fantasía enológica y así amortizamos nuestra suscripción al club del vino.

lunes, 26 de diciembre de 2022

BALANCE 2022

En cifras, han sido 18 distinciones: 

12 en poesía, 
2 en microrrelato 
y 4 en relato

10 primeros premios
6 segundos
1 tercero
y 1 mención de honor 

además he sido finalista en unos cuantos más.

Por provincias:

Asturias (1)
Ávila (2)
Cáceres (2)
Ciudad Real (2)
Córdoba (1)
Cuenca (1)
Granada (1)
Huelva (1)
Jaén(2)
La Rioja (1)
León (1)
Madrid (1)
Málaga (1)
Murcia (1)


Espero no perder la ilusión por escribir y participar y que el año que viene sea más favorable (o al menos igual de prolífico en creación y resultados) 
¡¡¡FELIZ 2023!!! (Sí, es un copia y pega del año anterior)

lunes, 12 de diciembre de 2022

PREMIO DE RELATO EN BEMBIBRE

 La asociación mineralógica Aragonito Azul ha hecho público este lunes el fallo del IV Certamen Literario Nacional sobre la Minería del Carbón “Vidas de Carbón”. 

Se recibieron más de 120 relatos y se han premiado tres de ellos: 

3º La última luz, de Carmen Rey Díaz

2º El Señorito, de Esteban Torres Sagra

1º La penúltima estación, de Miguel Nombela Blázquez.


 EL SEÑORITO               

 


Miraba siempre como si brindase un toro a la concurrencia. Su pañuelo de seda burdeos -que en él quedaba varonil- en otro hubiera sido una señal de afeminamiento.

Talle de novillero y pelo ensortijado hasta descansar sus anillos donde empieza el atril de los hombros. Ojos del color de las entrañas de la mina. Brazos barnizados de luna nueva o de soles viejos, en todo caso músculos engastados en bronce y chicuelinas.

Le gustaba escanciar en sus labios, a la vista de todos, un trago generoso de coñac de una preciosa petaca plateada en la que destacaban unas iniciales enredadas que nadie pudo descifrar.

Sendos hoyuelos de bocamina se formaban en sus comisuras al reír, y su nariz, estrecha hasta lo imponderable, era más fina que el canto de una peseta.

Y de nombre… ¡ay! nadie supo su nombre jamás; aunque, como había que llamarlo de alguna forma, la voz popular se inventó un mote, un alias vulgar con retintín de daga. Se le conocía en toda la cuenca como “el Señorito” y, cada vez que alguien lo pronunciaba sin advertir su presencia y luego lo descubría clavándole las pupilas, le pedía perdón al instante con esa mirada de niño arrepentido tras ser sorprendido en una desobediencia grave.

Estaban prendadas de él al menos seis mujeres de bandera, casadas y ricas, a quienes hacía el rendibú, y un sinfín de solteras de todas las condiciones imaginables, a las que galanteaba por igual y sin exclusiva.

Él no se comedía y gustaba de exhibirse también con hembras forasteras que encendían fósforos de deseo a su paso entre los mirones y envidia rijosa entre las mujeres que llevaban guardada una carta suya por dentro de los sostenes.

Y el mismo arte que desplegaba en la seducción se gastaba como barrenero de la Compañía, su especialidad. Por eso no duraba demasiado tiempo en ningún sitio y deambulaba por la estribación montañosa de una explotación a otra, atendiendo las necesidades de cada empresa cuando se hacía necesario su concurso.

Cobraba un potosí porque se jugaba la vida todos los días con aquellos explosivos del demonio. Y todo lo que ganaba, siguiendo la misma ley de la mina, lo gastaba en parrandas, en locales de vicio y con los naipes.

La mañana del veintidós de septiembre amaneció con luz de funeral, lo dijo el Tuerto nada más encarar el saliente con su ojo íntegro. Y los presagios suenan en la mina a evangelio cuando los pronuncia un picador, viejo y curtido en mil pozos, como el Tuerto.

El “Señorito” no había dormido aquella noche, como muchas otras, en la cabaña que tenía asignada al lado de la del ingeniero y enfrente de los barracones de los demás mineros. Tal vez por eso no oyó la frase y tal vez por eso irradiaba optimismo cuando se cargó la dinamita al hombro y se encaminó hacia la cabria. No habría pasado ni media hora cuando una explosión sorda, proveniente de los entresijos de la tierra, retumbó por los oídos de los mineros que aguardaban en el perímetro de exclusión trazado por el capataz.

Poco después se movió la montaña como si corriera con sus toneladas una cortina de polvo para tapar muy deprisa el esófago de aquel terraplén roído por la carcoma. Era imposible que le hubiese dado tiempo a salir antes del derrumbe. Imposible totalmente.

Se dispusieron para escarbar en cuanto la polvareda se posase, más por una inercia solidaría aprendida en tantos años de oficio que por la posibilidad de rescatar con hálito al barrenero.

A varios cientos de kilómetros de allí, unos días después, un forastero, recién llegado, paseaba su garbo por el bulevar. Todas las miradas se posaron en su talle esbelto y él, con un pañuelo de seda burdeos anudado al cuello y un traje de alpaca gris, pavoneó sus ojos sobre la concurrencia, como si brindase un toro; bebió un trago generoso de coñac de una preciosa petaca plateada en la que destacaban unas iniciales que nadie pudo descifrar e incendió el corazón de varias mujeres con su sonrisa pirómana, hasta que la tarde se perdió, silenciosa, por los hoyuelos de sus comisuras.         

No era la primera vez, ni sería la última, que “El Señorito” moría en un accidente de la mina para dejar atrás deudas de juego, pendencias celosas e hijos bastardos sin reconocer.                        

 

            FIN