Un año más, y ya van siete, tenemos el gusto de hacer público el fallo del Premio de Relato Fundación Fomento Hispania.

En esta convocatoria hemos casi duplicado el número de relatos recibidos llegando cerca de los dos mil relatos. Eso, como siempre decimos, es el auténtico éxito de este certamen que no para de crecer en todos los sentidos, incrementando la participación y, en palabras de los miembros del jurado, teniendo una altísima calidad de los originales presentados.

Volvemos a agradecer también este año el apoyo que recibimos por parte de los miembros del jurado, en esta edición hemos tenido la suerte de poder contar con la colaboración de:

  • Luz Gabás. Escritora, ganadora entre otros del actual Premio Planeta 2022.
  • Soledad Puértolas. Escritora, ganadora entre otros del Premio Planeta 1989 y académica de la RAE (silla g).
  • Sergio Ramírez. Escritor, ganador entre otros del Premio Cervantes 2017.

 

Felicitando a los todas las personas que se han presentado, y especialmente a las que han sido premiadas, comunicamos el fallo del jurado, habiendo sido estos los relatos premiados:

TÍTULOAUTOR/ARESULTADODOTACIÓN
Un lucero en el bolsilloJesúsGella YagoPRIMER PREMIO5.000
Los hidrófobosVíctorNiso GarcíaSEGUNDO PREMIO2.000
Continuo espacio-tiempoRaúlAriza PallarésTERCER PREMIO1.000

 

Los diez relatos finalistas han sido:

TÍTULOAUTOR/ARESULTADODOTACIÓN
Que elija el destinoEstebanTorres SagraFINALISTA200
El primer pasoVirginiaJiménez DelgadoFINALISTA200
La hora del bañoPalomaRodríguez OrtegaFINALISTA200
Continuo espacio-tiempoRaúlAriza PallarésTERCER PREMIO 1.000
Que el viento te lleveNélidaLeal RodríguezFINALISTA200
Un lucero en el bolsilloJesúsGella YagoPRIMER PREMIO5.000
Se vendeRaquelPons GarcíaFINALISTA200
No supe verloPilarPayo PérezFINALISTA200
Mi pequeña gran circunstanciaMª de la SoledadSalas AlcarazFINALISTA200
Los hidrófobosVíctorNiso GarcíaSEGUNDO PREMIO2.000

 

Aprovechamos para invitaros a la celebración del evento literario de la entrega de premios que será el próximo jueves día 5 de Octubre de 2023 a las 20:00 horas, en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País Plaza de la Villa número 2, entrando por la calle del Codo, en Madrid.

En ese evento se presentará y distribuirá gratuitamente el libro ¨Mujeres que Cuentan¨, que recoge los relatos finalistas y ganadores de las tres últimas ediciones del Premio de Relato Mujeres que Cuentan, para mujeres privadas de libertad que organizamos dentro de nuestro proyecto Mujeres Reclusas en colaboración con la organización Concaes.


QUE ELIJA EL DESTINO.            

         

 

He pedido la muerte muchas veces. A Dios, sobre todo, en cartas anónimas escritas con la mirada y con el pensamiento sobre papeles de éter, donde mejor se formulan los deseos. 

He pedido la muerte a gritos. Entre lágrimas. A solas. Suspirando. En mitad de una muchedumbre. En silencio. Dormida.

La muerte para mí o para él, me da lo mismo. Si para mí, por acabar la tortura en la que llevo inmersa veinticinco años con un broche final digno, liberador; salida mágica a este laberinto, a esta claustrofobia que me invade las entrañas. Si para él, para que no vuelva a maltratar a nadie. Para que pague por todo el daño que me ha causado desde el maldito día en que nos conocimos. Para que la Justicia pise por primera vez las baldosas de esta casa en la que todo el mundo conoce mi calvario y nadie hace lo más mínimo por ayudarme. 

Al final he optado por facilitar a Dios la tarea forzando un poco, acelerando los trámites de mi petición con unos gramos de estricnina en un trozo del pastel que he hecho para celebrar nuestras bodas de plata. Es una tarta de chocolate y trufa, su favorita. No se merece menos la ocasión. Nunca se resiste a un postre tan apetitoso. 

Una vez que he añadido el tósigo y tras colocar sendas raciones iguales, una con el matarratas y la otra no, una al principio y otra al final de un mismo diámetro sobre una bandeja redonda, he cerrado los ojos y la he girado muchas, muchas veces; la he girado hasta perder la noción del tiempo como en una macabra ruleta de la fortuna. “Ruleta rusa dulce”, he patentado dentro de mi cabeza esta forma novedosa de morir o matar, de viajar al infinito o de viajar al futuro. Y la frase ha engendrado un esbozo de sonrisa en mis labios, a los que hacía mucho tiempo que no se asomaba una sonrisa. Así el destino elegirá libremente a quién llevarse. Si me toca a mí, sé que será el hombre más desgraciado del mundo y que se ahogará en sus miserias y en sus remordimientos, en una soledad convulsa y sin remedio, por lo que pagará con creces sus atrocidades y me sentiré satisfecha donde quiera que esté. Si le toca a él, mientras agoniza y se convulsiona, le recordaré con todo lujo de detalles cada paliza y cada vejación, cada insulto, cada violación, cada ninguneo de mi voluntad. Las llevo anotadas una por una en el alma con tinta indeleble. Con fuego. Con soldaduras de estaño en sus nervaduras delicadas. En cada cicatriz, visible o invisible.

Todo lo dejo en manos del albedrío. Será la casualidad o la suerte la que elija el pasaporte del afortunado. Tal vez sea a Dios a quien le toque decidir.

Cuando he puesto la bandeja en la mesa, él se ha comido su pedazo en un santiamén, sin parar de decir lo sabrosa que estaba, casi sin degustarla; por eso, cuando estaba a punto de meterme yo en la boca la primera cucharada del mío sin saber aun si el veneno estaba en ella o en el trozo de él y antes de que una lágrima consagrara el instante, no he podido resistirme a sus ojillos golosos -en el fondo soy una sentimental- y le he ofrecido la mía, sacrificándome como siempre, diciéndole: 

- ¡Anda, cariño, tómate también esta otra, si a mí sabes tú que me da igual, que el dulce no es lo mío! ¡Verás qué bien vas a descansar…!- y, cuando iba a añadir “eternamente” para rematar la retahíla, por fortuna me he mordido la lengua en ese instante. 

No hubiese estado bien desvelarle el final de la película antes de tiempo.                         

 

FIN