IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA

IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA
Iglesia de San Pablo (ÚBEDA)

Etiquetas

domingo, 28 de noviembre de 2021




 Ayer sábado, recibí en Burgohondo (Ávila), el premio internacional de poesía LUIS LÓPEZ ANGLADA, de mano del señor alcalde. Un enorme placer haber conocido a poetas de la talla de Carlos Aganzo, José Pulido y José Maria Quirós y haber compartido sobremesa. Mil gracias para la familia de don Luis López Anglada por su invitación a comer y a disfrutar con ellos y su vitalidad irreprimible. También fue un honor la presencia de la ganadora de 2020, María Jesús Fuentes. Un reconocimiento especial merece Mónica, la concejal de cultura.
Subo el poemario para que todo aquel que quiera pueda leerlo:





HIERBA MORDIDA

 


LA MAESTRA INTERINA

 

 

Se refugia en un charco de carmín derretido

con forma de náyade. Si llueve,

dirige la orquesta de gotas con un junco 

subida en el corazón de un elefante africano.

Si no llueve ensaya sobre partituras efímeras

filarmónicas de pájaros y tizas,

notas que crujen al calor de la estufa como cáscaras de cacahuete.

Sobrevuela los mapas en una sombrilla

y se moja los labios con agua del Eúfrates,

así el aliento le huele a hierba mordida,

y coge estrellas prestadas de alguna constelación famosa

para ponerse morena sin dependencias solares. 

Es cierzo sólido al que se adhieren luciérnagas rojas

y le dan un aspecto de flor ambulante

en un patio sin piedras para herir las rodillas.

 

Se dedica a inocular monedas con alas

en la imaginación balbuciente de los niños

y les enseña a disparar relámpagos inocuos

desde lo más alto de una hipotenusa.

Aplica el principio de Arquímedes a los afectos

y saca factor común siempre que puede

porque pone entre paréntesis lo que separa 

y sabe subrayar lo que mantiene. 

Sus ojos siempre miran a otros ojos infantiles

y les descubren maravillas en formatos distintos. 

Les demuestra que se puede crecer en una pecera

sin parecer bultos sonámbulos sin número de serie

y que hay vida más allá de una habitación con wifi.

Que se puede creer en casi todas las personas

y está permitido equivocarse si se aprende algo.

Les graba un itinerario en la epidermis, 

algo especial a cada uno, con dedicatoria,

jeroglíficos que solo pueden verse con gafas especiales,

y con eso se conoce que son sus discípulos.

Bueno, por eso, y por el reguero de juncos que van dejando 

alrededor del corazón de un elefante, 

¡ah! y en que todos la invocan para seguir soñando

cada vez que se despiertan.

 

 

LUNES/MONDAY/LUNDI

 

Parece abanicarse con murciélagos grises, de tisú

-por su gesto franco, por su apoplejía-

pero solo respira como un caballo viejo 

que se ahoga en el lavabo de un piso de alquiler.

 

Mueve su pecho deprisa, desde dentro 

de una gaveta ignota donde llueven mantis, 

lo he visto muchas veces respirar así,

mientras yo lo llamo, subido a todos los alféizares

con cencerros de gas, explotando globos

desde cualquier pirámide o mezquita enhiesta 

o tirador con polvo que malcría el mobiliario: 

una mugre estructural que no se supedita a nada,

que no se abraza a ningún nogal converso en cómoda,

al brazo tumoral de una barcaza herida que muta en sofá

hecho también con madera de otro árbol 

cuya especie desconozco.

 

Lo llamo con voz muy ronca, lo invoco con acento grave

pero, al torcer los tabiques mis ondas sonoras,

lo que digo suena a cristal, a saxo extranjero, 

a verdulera soprano, a campanario gótico de iglesia pueblerina;

aunque luego se transforma, de repente, en una puñalada honda

sobre la carne rosa de una oveja

que estaba aprendiendo a desfilar por el pasillo.

Grito su apellido con garganta de baquelita y greda,

garganta prestada por algún almuédano vecino

para vocear sustantivos que suenan a destrozo de lonas, 

a recuento de vísceras cubistas derramadas sobre el mármol,

a bastidores partidos por una estampida de viejos 

que van a la caja de ahorros a cobrar sus pensiones,

y el eco solo repite una de sus sílabas, 

escogida al azar, quizás la última que pronuncio;

solo repite una sílaba enorme como un aldabón

que no remeda mi voz por la impedancia

y se pierde en el lomo dorado del brasero,

y por más que invito a los perros del cuadro de la cacería

a unirse a mi desesperación

y a ladrar conmigo su nombre inventado, 

su nombre converso,

no me ayudan a encontrar su refugio, no me ayudan

a buscar su nido, la yacija de sábanas barbitúricas

donde habrá establecido su cuartel general.

 

Temo llegar tarde, no llegar a tiempo 

de sincronizar los relojes corporales con su expiración.

El mar se aglutina sobre las últimas barcas en la marina de la pared

pero no es el mar, ahora lo comprendo, 

es mi propia sangre en diferido

que se vierte y vuelve a crecer al otro lado del espejo

en alguien semejante a mí, con mi mismo estupor,

 

cuando cada lunes no festivo

hundo la esponja en un lavabo sucio

donde flota el cadáver de un caballo viejo.

 

 PÉRDIDAS

 

 

Empiezo a notar un silencio corrompido

que se agranda por dentro 

sin llegar a ser náusea, sin despertar el pánico,

en el área pequeña de mi corazón,

donde se confunden el miedo y sus síntomas precoces;

en mitad de la nada, cerca del límite

que impone la brea en los labios azules 

cuando la noche alicata con frío industrial

el estribillo de una canción

y queda muy lejos el último taxi.

 

Otra ronda entre bisturíes de hielo 

antes de volver al argumento general,

paseando la costumbre al albur nocturno

con otros hombres que andan sonámbulos

cerca del río, buscando un aval 

para engarzar su esperanza en nuevos ojales, 

quizás como yo.

 

Nadie sabrá el esfuerzo que hice

porque la ciudad es anónima,

como todos sus fieles,

y no se reconocen los actos de bonhomía

en su espiral de autismos.

Lo busqué en las esquinas de calles heladas,

aunque digáis que no, aunque dudéis de mi celo,

aunque me denunciéis como si fuera un asesino inmundo

que goza invalidando pruebas policiales

en parajes ubicados donde no llega el bus

y las autoridades ubican aparcamientos sórdidos, 

descampados para que las parejas se amen con vaho 

detrás de los cristales de un coche moribundo

y puedan sobrevivir las nutrias endémicas

apareándose entre las ruedas y comiendo profilácticos.

 

Debí perderla en otro renglón, en el pasaje

comercial de un párrafo que pasé por alto al corregir,

en otra cita inédita de alguna vida que aduje 

para introducir a un secundario:

su dirección sobre el croquis de un bulevar,

la calle sin membrete donde mora el ínclito

y nadie lo conoce por su nombre de pila.

 

O a lo mejor mi subconsciente,

ese que siempre me protege en la ebriedad

y me lleva, sin saber cómo, hasta el regazo de un sillón,

decidió por su cuenta que sabía demasiado sobre mí 

y borró cualquier rastro de aquel personaje

sin decirme nada.

 

 

VOCACIÓN DE NAUFRAGIO

 

 

Hay hombres que rebosan ternura de barco

por sus ojos aeróbicos, por su piel de manzana;

y ponen rumbo hacia lugares donde el mar es harina,

con su equipaje de velas, albero en el alma

y el bizcocho mordido de sus desengaños.

Hombres fieles a una antigua mudanza 

que les marca el principio y el fin de una espera

cuando leen en los ojos de una conocida

la letra suprema de un tristísimo tango. 

Y entonces desembarcan -en la playa morena

de un vientre que aun no tiene letrero-

su arsenal obsoleto de balas perdidas,  

y colonizan la arena con su semen acrílico

para que el próximo nauta se sienta extranjero

y abandone pronto la piel desabrida

de aquella muchacha que hablaba lunfardo.

También hay mujeres con vocación de naufragio

que frecuentan curvas donde todo es posible

y ahogan en champán el olor a manzana

cuando les avisa su radar de un serio peligro,

o de un friso grabado con su fecha de muerte,

o de un letrero luminoso con su alias mediático

anunciando propaganda de labios lascivos

a un precio simbólico, invitación de la casa.

 

Cuando coinciden los hombres con ternura de barco

y esas madonas de acrílicas sienes

que intercambian favores por alfileres de plata

en la triste bocana de un puerto perdido

o en una misma terminal de autobuses o trenes,

se acaba el crédito de las leyendas eróticas 

que concede la lírica a las historias canallas,

se confunden sus cuerpos y sus brazos fornidos

con gentes vulgares que van al trabajo, 

y ya todos vuelven a ser lo miserables que fueron:

hombres que no huelen a nada parecido a una fruta,

mujeres que nunca naufragaron en copas de cava.

 

miércoles, 17 de noviembre de 2021

PREMIO LUIS LÓPEZ ANGLADA DE POESÍA EN BURGOHONDO


FALLO DEL XVII PREMIO DE POESÍA 
“LUIS LÓPEZ ANGLADA” 2021 

Este año el galardón del XVII Premio Internacional de Poesía Luis López Anglada de Burgohondo (Ávila), dotado con 1.000 euros ha recaído a D. Esteban Torres Sagra, por su poemario “HIERBA MORDIDA”. 

Así lo ha acordado por mayoría el jurado de este galardón en Burgohondo, bajo la presidencia de honor del Alcalde de Burgohondo, D. Francisco Fernández García, compuesto por los poetas D. José María Muñoz Quirós, D. Carlos Fernández Aganzo, D. José Pulido Navas, como Jurado y actuando como secretaria Dª Mónica Delgado Suárez. Este año la cantidad de los trabajos presentados ha sido de mucha calidad, quedando 17 finalistas y a pesar de que todos estaban de acuerdo en que el poemario es muy bueno han dudado en dar el galardón entre tres trabajos finalistas y la final se han decido por el de D. Esteban Torres Sagra, porque es un poemario con una fuerza tremenda , extraordinaria música, con imágenes llenas de fuerza, sonetos llenos de vida y mucha sabiduría poética, según han explicado los poetas, miembros del jurado. D. Esteban Torres Sagra, Nació en Aldehermosa de Montizón (Jaén) en 1964, actualmente, reside en Úbeda, donde trabaja como funcionario y es el director de la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal. Su trayectoria como escritor se remonta a hace muchos años, en la década de los 80 donde obtuvo sus primeros premios en diferentes concursos de redacción, cuentos y poesías. El listado de premios que Esteban ha conseguido durante estos años es innumerable a lo que hay que añadir, además, sus libros “Soliloquio a cinco bandas”, “A la sombra de Creusa” y “Fin del principio”. 
La entrega del premio, según ha explicado la concejala de Cultura, Mónica Delgado Suárez, tendrá lugar en Burgohondo el 27 de noviembre, a las 12 horas en el Centro Cultural.

martes, 19 de octubre de 2021

PRIMER PREMIO DE POESÍA EN LA SOLANA



Después de un año de parón debido a la pandemia, vuelve a organizarse el Certamen Nacional ‘Pan de Trigo’ que alcanza su XXXI Edición y cuyo acto de entrega de premios se realizará el próximo sábado 30 de octubre. 
 Ya se han fallado los premios de esta edición, que han recaído en el apartado de Poesía:
 
-Primer premio al trabajo titulado ‘Pie de foto’ de Esteban Torres Sagra, de Úbeda (Jaén) 

-Segundo premio para el trabajo que lleva por título ‘Náufragos en la noche’, cuya autora es Julia Flores Arenas, de Villarrobledo (Albacete). 

- Microrrelato, Eva Barro García, natural de Asturias y residente en Madrid, por su trabajo titulado ‘Salvada por amor’.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

PRIMER PREMIO DE MICRORRELATO LLUVIA DE IDEAS SOBRE EL DESPERDICIO ALIMENTARIO

Estos son los ganadores del Concurso de Microrrelatos Contra el Desperdicio

AECOC  lanzó el pasado mes de julio la VII Lluvia de Ideas AECOC contra el Desperdicio Alimentario, el conocido concurso anual enmarcado en su campaña ‘La alimentación no tiene desperdicio’ y patrocinado por Carrefour que anima a los consumidores a exprimir su creatividad para poner de relieve el valor de los alimentos y el rechazo a su desaprovechamiento.

El concurso de este año ha recopilado más de 200 microrrelatos contra el desperdicio alimentario de un máximo de 150 palabras. Participantes de todo el país han sacado su espíritu literario y creativo para contar grandes historias en pocas palabras.

Hoy, en el 9º Punto de Encuentro Contra el Desperdicio Alimentario, el Jurado ha elegido el microrrelato ganador y el segundo clasificado, llevándose como premio un cheque regalo Carrefour valorado en 500€ y 250€ respectivamente. Estos son los microrrelatos ganadores. ¡Enhorabuena!

  • «Las Tapas de los Yogures» por Esteban Torres (microrrelato ganador)

Cuando yo era niño siempre simulaba una mueca a modo de sonrisa al presenciar esas parodias en las que dos actores se arrojan tartas para hacer reír al público. En mi juventud apartaba los ojos tras un suspiro de incomprensión con películas en las que unos amantes se derraman miel o chocolate sobre el cuerpo para erotizar la escena. Ya en mi madurez siguió odiando a la gente que destapa bocadillos y arroja a la basura una de las coberteras. Nació en la postguerra y trabajaba en el campo de sol a sol por el sustento que consistía en un miserable mendrugo de pan. No fue al colegio pero en su diccionario nunca encontraréis la palabra desperdiciar porque aprendió en la mejor escuela del mundo el sagrado valor de los alimentos. Por eso os pido que no os riais del abuelo si lo veis lamer las tapas de los yogures.


    miércoles, 11 de agosto de 2021

    PREMIO DE POESÍA EN CÓMPETA (MÁLAGA)

     

    ACABO DE OBTENER 
    EL PRIMER PREMIO DE POESÍA EN CÓMPETA, CERTAMEN CUYA TEMÁTICA VERSA SOBRE "LA NOCHE DEL VINO"


    VERSOS TELÚRICOS                   

     

    Tus pámpanas, cortinas del olvido

    en las que preservar nuestra inmanencia

    del reto que el destino nos depara

    a base de tesón y sacrificio,

    teselas en vitrales artesanos

    sobre la dulce sangre embriagadora

    que se derrama en Cómpeta la Noche del Vino.

     

    Tus raíces, las cabrias de la noche

    que estrujan el terral que las sostiene

    como sólo una madre abraza a un hijo

    -colgado en el pretil de la paciencia-

    con la intención de aunar las tradiciones

    en un álbum con fotos familiares

    que se prodiga en Cómpeta la Noche del Vino.

     

    Y tu savia, el caldo del solsticio,

    esa magia que todos los colonos

    esparcieron en hileras sobre el páramo

    para calmar sus ansias de infinito

    y llevar tu alma hasta las tolvas

    forjar los futuros caprichosos

    que se sueñan en Cómpeta la Noche del Vino.

     

    Tus frutos asemejan planetarios,

    gemelas miniaturas imperfectas,

    cuando empieza a despuntar lo genuino,

    como cuerpos celestes que se hilvanan

    y cambian de color en cada envero

    sobre una partitura de chicharras

    por los campos de Cómpeta la Noche del Vino.


    Tus cortezas, oscuras cicatrices

    que se atan a la piel de tu secreto

    cual conchas de tortugas vegetales

    o pieles de guerreros no vencidos,

    son medallas de dioses ancestrales

    que las horas cincelan en silencio

    por las calles de Cómpeta la Noche del Vino.

     

    Tus ramas argumentan veleidades

    disfrazadas de líquidos sonámbulos;

    tus troncas escoliosis son del tiempo

    que cuidan con caricias y con mimos

    las yemas donde nacen tus promesas

    de puños que se enervan contra el aire

    sobre los cielos de Cómpeta la Noche del Vino.

     

    Y tus tallos, sarmientos de ternura,

    adolescentes mártires anónimos

    que asumen el relevo de la especie

    velando de una madre las rodillas

    y, sirviendo de báculo a tu sombra,

    complacen a los dioses del Olimpo

    en ofrenda que alisa tus arrugas

    con tu néctar en Cómpeta la Noche del Vino.

     

    jueves, 5 de agosto de 2021

    PREMIO DE POESÍA EN BEDMAR


     


    Mi poema "TABLA DE SALVACIÓN" ha sido galardonado con el primer premio de poesía celebrado ayer tarde en Bedmar.  
    Muy agradecido al jurado por su elección. 



    TABLA DE SALVACIÓN                         

     

    Naufrago en mares de tinta

    donde se hunde mi esperanza;

    ¡pobre polizón que duerme

    sobre mástiles de prisa

    abrazado a las palabras!

     

    Transito por los renglones

    en la estación imaginaria,

    en el tren de vívidas tragedias

    por donde viajan mis emociones,

    abrazado a las palabras.

     

    Sobre el aire de los significados

    esbozo la partitura de mi alma 

    y dibujo acrobacias trascendentes

    con un lápiz que busca mi catarsis

    abrazado a las palabras.

     

    En la tierra seca y miserable

    paseo mi devenir sobre sus lacras,

    retardando la muerte de mi espíritu

    con viáticos que invento in extremis,

    abrazado a las palabras. 

     

    Escribo la música y la letra

    rellenando el blanco de las páginas 

    porque solo encuentro paz y alivio, 

    en mi abatimiento insoslayable,

    abrazado a las palabras.

     

    Me sostiene mi amor constante

    a la literatura, mientras cabalga

    el hastío por la polvareda mítica

    y sujeto las bridas de la Muerte

    abrazado a las palabras. 

    miércoles, 28 de julio de 2021

    JUSTAS POÉTICAS DE DUEÑAS




    Preciosa tarde la del 15 de agosto en Dueñas. Cuatro poetas declamando sus versos para que un jurado, tras votación secreta, repartiera los cuatro botijos. Al final hubo empate entre Andrés R. Blanco y yo, pero él ganó por tener más dieces en su puntuación (10 + 7 +10 = 27; 9 + 10 + 8 = 27). Así que obtuve el BOTIJO DE PLATA por segunda vez en mi vida. Lo fundamental fue conocer por fin a mi admirado Amando García Nuño, a Gloria Fernández, a Ángel Gómez, a Obdulio Alonso y a Andrés R. Blanco, a quien reitero mi enhorabuena. También quiero agradecer al Ayuntamiento su trato cariñoso y exquisito, así como la perfecta organización. Y, para terminar, la tarde se redondeó con la presencia de nuestros queridos amigos Menchu y José María Rodríguez, a quienes nunca agradeceremos bastante su amistad.



    martes, 27 de julio de 2021

    PREMIO DE RELATO EN MUNERA

     El próximo 4 de septiembre asistiré a la  entrega de premios en Munera, en el MOLINO DE LA BELLA QUITERIA, al haber sido distinguido con un tercer premio mi relato "JUEGO DE TRONOS". 

    Las tres veces anteriores que he disfrutado de la merienda manchega me lo he pasado genial, siempre encantado de saludar a la pléyade de autores castellanos que se dejan ver por el recinto y, navaja en mano, degustan las ricas gachas, los torreznos, el queso y los dulces que organiza cada año, desde hace muchos, la familia García-Gavidia.

    Espero que la pandemia nos deje en paz y podamos gozar de una velada literaria y al
    imenticia.

    viernes, 23 de julio de 2021

    PRIMER PREMIO DE POESÍA "MANUEL GARRIDO CHAMORRO"


     Mi poema 
    "CONDUCE SIEMPRE POR LA IZQUIERDA" 
    acaba de obtener el premio MANUEL GARRIDO CHAMORRO, 
    de poesía, dentro de los certámenes "MARTOS CULTURAL".

    Acta del fallo del XLII Certamen de Poesía Manuel Garrido Chamorro

    edición 2021

    En la ciudad de Martos, en la Casa Municipal de Cultura Francisco Delicado, siendo las dieciocho horas y cuarenta minutos del día 12 de julio de 2021, se reúne el jurado compuesto por los siguientes miembros:

    • Presidente:

    José Cuesta Fernández, profesor de Primaria

    • Vocales:

    Amador López Morales, monitor de los Clubes de Lectura

    Manuel Luna Pérez, técnico jurídico de la Administración del Estado

    Antonio Milla Gutiérrez, profesor de Secundaria

    Isabel Nicolás Garrido, librera

    Mª José Ortega de Toro, escritora

    Jesús Vicioso Hoyo, periodista

    Secretario:

    Antonio Caño Dortez

    El jurado pasa fallar el XLII Certamen de Poesía Manuel Garrido Chamorro, de ámbito internacional. Al mencionado certamen se han presentado 303 trabajos, procedentes de distintos lugares de España, Europa, Asia y América.

    Se realiza una primera selección formada por los poemarios:

    • Nº 20, La herida mana.
    • Nº 22, Conduce siempre por la izquierda.
    • Nº 42, Poética Parda.
    • Nº 54, Tragicomedia semanal de lo patético.
    • Nº 67, Un ejemplo de subliteratura.
    • Nº 76, Vendrá otro verso, y pagará el rescate.
    • Nº 148, Sed.
    • Nº 217, La tierra rota.
    • Nº 260, El barro que llevamos siglos pisando.
    • Nº 287, La pubertad de Munch.
    • Nº 297, Una mujer que quiere morir.

    A continuación, el jurado elige como finalistas:

    • Nº 22, Conduce siempre por la izquierda.
    • Nº 42, Poética Parda.
    • Nº 54, Tragicomedia semanal de lo patético.
    • Nº 76, Vendrá otro verso, y pagará el rescate.
    • Nº 287, La pubertad de Munch.

    Tras valorar concienzudamente cada conjunto de estos poemas, resulta ganador del XLII Certamen de Poesía Manuel Garrido Chamorro, por mayoría, el poemario nº 22, titulado Conduce siempre por la izquierda. El premio está dotado con 1.000 € y diploma. Una vez abierta la correspondiente plica, el autor resulta ser Esteban Torres Sagra, de Úbeda (Jaén).

    Y no habiendo más asuntos que tratar, se da por concluida la sesión cuando son las diecinueve horas y veinte minutos del día antes indicado, de todo lo cual, como secretario, doy fe.


    lunes, 19 de julio de 2021

    SEGUNDO PREMIO DE MICRORRELATO "EL ENCIERRO" DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES



    Después de deliberar sobre los relatos presentados acordaron, por unanimidad, conceder los siguientes premios previstos en las bases:

    Primer Premio: 400 € y Trofeo, para el microrrelato titulado Un recuerdo, de Ernesto Hidalga Erenas, de Badalona (Barcelona).

    Segundo Premio: 100 € y Diploma, para A su merced, de Esteban Torres Sagra, de Aldeahermosa de Montizón (Jaén).

    Nominación Especial inspirada en Sanse: 100 € y Diploma, para Monólogo del sendero, de Jorge Eliécer Valbuena Montoya, de Facatativá (Colombia).

    Premio Jóvenes Autores: 100 € y Diploma, para Dos minutos, de Telmo G. Yago, de Valencia.

     Enhorabuena a todos ellos


    Los textos de los microrrelatos ganadores de la decimoctava edición (2021) son los siguientes:

     Primer Premio 2021:  Un recuerdo, de Ernesto Hidalga Erenas, de Badalona (Barcelona)

    Última semana de agosto y estoy aquí, en Sanse, a punto de salir a correr delante de los toros. Es mi primera vez. Siento un cosquilleo en el estómago. Y se me cruza por la mente un recuerdo de la infancia. Yo, de niño, en la casa de mis abuelos en San Sebastián. Están de limpieza. Hay un arcón. Lo abro por curiosidad. Está lleno de fotos, cartas, joyas (que tiempo después supe que tenían más valor sentimental que económico), y una cosa que me llama muchísimo la atención: dos pedazos de cuero viejo atravesados por finas cuerdas que cuelgan. Le pregunto a mi abuelo qué son, y me responde que se trata de las zapatillas de su tatarabuelo. ¿Por qué las guardan si ya nadie las usa? Porque son con las que aquel hombre corrió su primer encierro de San Sebastián de los Reyes. Mi abuelo ve el interés en mi mirada y me cuenta cosas sobre los encierros, de su tradición, que se remonta al tatarabuelo de su tatarabuelo, o más atrás; y me habla de la emoción y los nervios antes y durante la carrera, y de los buenos momentos con los amigos. Al final se queda callado y pensativo. Tras esos instantes de silencio, me sonríe y dice que los encierros son algo que no se puede explicar, que se tienen que vivir. Yo quiero vivirlo, le digo, pero me contesta que aún soy demasiado pequeño.

     Han pasado doce años y ahora las zapatillas de mi trastatarabuelo las tengo yo, guardadas en una cajita en mi apartamento. Y, mientras rememoro por qué son tan importantes para la familia, aquí estoy, esperando para hacer mi primera carrera en los encierros de San Sebastián. Se la dedicaré a mi abuelo, que espero que me vea allá donde esté y se sienta orgulloso de mí.

     Segundo premio 2021:  

    A su merced, de Esteban Torres Sagra, de Aldeahermosa de Montizón (Jaén).


     A su merced. Sin saber cómo había llegado a semejante situación, si por error mío en el cálculo de la distancia de seguridad, o por algún tropezón inoportuno que había querido demostrarme, sin piedad, el paso de los años por mis piernas.

     Lo cierto es que allí estaba yo, sobre el suelo, notando la raya de la acera en los huesos de mi espalda. Aovillado y agarrándome los tobillos con los brazos, en posición fetal, en posición de querer volver al útero materno. Y en frente, a un metro en línea recta desde sus pitones a mi alma, un morlaco extraordinario, precioso, impresionante; un toro cinqueño echando espuma por la boca después de galopar medio itinerario, un recorrido que él, con total seguridad, no volvería a hacer jamás y, que a lo mejor yo, casi con total seguridad también, no repetiría tampoco.

    Intuitivamente sopesé la oportunidad de salir huyendo hacia la talanquera, apenas a un suspiro de distancia. Para ello cerré los ojos e hice balance de mis daños físicos repasando mentalmente cada centímetro de mi piel y todos los músculos que recordaba de las clases de anatomía. No había ninguna disfuncionalidad manifiesta, sólo las erosiones en las rodillas y en los codos propias del asfalto al frenan mi inercia.

     Poca cosa que no me impediría elegir la huida como plan. Volví a abrirlos y el cornúpeta seguía varado frente a mí. Me pareció más grande de lo que recordaba.

     Viendo su poderío decidí volver a cerrar los ojos y deseché la opción de arrastrarme hacia el vallado. Lo más sensato era aguantar sin moverme y sin respirar. No sé cuánto tiempo pasé de esa guisa. De pronto un golpe seco en el hombro me dejó sin terminar la frase “así en la tierra como en el cielo” que susurraba interiormente.

     Me temí lo peor. Enseguida una voz juvenil me devolvió a la realidad: “¡Eh, señor! ¿está usted bien? ¡Levántese! El eral lleva ya dos minutos enchiquerado”. Alrededor de mí se formó un corro de curiosos que no se atrevían a reírse abiertamente de mi miedo por si estaba herido.

     Nominación Especial’2021 inspirada en Sanse: Monólogo del sendero, de Jorge Eliécer Valbuena Montoya, de Facatativá (Colombia)

    Siempre a esa hora, once de la mañana, y en esa fecha veintiocho de agosto, cada año, he aprendido a descifrar un enorme surco sobre mi piel que empieza como un ligero movimiento repentino hasta convertirse en un remolino que danza sin descanso, durante días, sobre las laderas de mi cuerpo. Siento un trepidar de toros y cabestros que me hacen saltar de mi calma, desde Leopoldo Gimeno hasta El ruedo del Coso. Me viste entonces un delirio de rostros y bufidos, cantos y gritos, me convierto en una extraña ceremonia de bríos, un telar de hilos en movimiento que me envuelven hasta atraparme. Así es como he conocido el misterio que asoma en mis

    orillas, hasta encerrarme en un redondel de arena. Soy el aire y el lienzo de esta celebración de sombras, viento de casta, agitada banderilla de respiros, correría, capa invisible del tiempo y sus fronteras.

     Premio Jóvenes Autores 2021: Dos minutos, de Telmo G. Yago, de Valencia.

     La charanga recorre a pie de la Real Vieja al coso, animando al personal que madruga las vallas. El tiempo pasa lento y los calores se apagan con un helado en las manos, acodado a la protección, y con los ojos clavados en el recorrido. Siempre desde el mismo punto, recordando encierros pasados cuando venía, casi en pañales, con mi abuelo. Ahora, es mi padre el que ha cogido la alternativa. Lo hace por gusto mío y por mantener el recuerdo del viejo.

     La música ya se recoge por las puertas y el aire se empapa de los sudores de los que nos rodean. Hay gritos, vítores y tensión, incluso en los que vemos los toros desde la barrera. Suena el silbido y el golpe seco al estallar el aviso. Empieza el trote cansino de los primeros corredores, esos que salen para probarse capaces de pasar la puerta, sin riesgo para las carnes. El pelotón va compactándose y los nervios calan en la masa, sin espacio para respirar.

     Entonces sucede. El mar de cuerpos empieza a agitarse. Una ola de energía se propaga y se acelera desde la cola de ese monstruo de centenares de cabezas. Ahí están los que sienten de verdad que los toros vienen.

     Acodado a la valla en la calle Estafeta, me dejó inundar por esa sensación indescriptible que dibuja una sonrisa en mi rostro. La piel se me pone de gallina y, al reburdeo de las bestias, me veo corriendo delante de los astados. Pasan los mansos rodeados de corredores. Dos morlacos se rezagan. El pánico provoca empujones y caídas en la curva, mientras los toros mirones visitan con las astas a los rezagados.

    Un parpadeo. Y todo ha pasado en menos de dos minutos

    martes, 18 de mayo de 2021

    PRIMER PREMIO DE POESÍA EN SANLÚCAR DE BARRAMEDA

     


    El delegado de Cultura y Fiestas, Manolo Lobato (Cs), ha dado a conocer el fallo del jurado del primer certamen de poesía cofrade con motivo de la Semana Santa 2021.

    El primer premio ha recaído en la obra presentada por Esteban Torres Sagra, titulada Estación de Penitencia, y con la que ha obtenido 500 euros de premio.

    El segundo ha sido para la poesía Romance de la Amargura, de Francisco Javier Cantero Márquez, y el tercero para Décimas a Vírgenes de Sanlúcar, de Enrique Romero Vilaseco.

    Los poemas que se presentaban debían referirse a íntegramente la Semana Santa de Andalucía, sus imágenes, hermandades, desfiles procesionales, tradiciones, personas relevantes, etc.