Mi poema
"ÚLTIMAS PALABRAS DE JOSEFINA MANRESA"
ha sido merecedor a juicio del jurado del
SEGUNDO PREMIO
"MANUEL ORESTE RODRÍGUEZ LÓPEZ",
en Paradela (Lugo)
Enhorabuena al resto de los premiados y gracias a la organización por este reconocimiento.
Espero que les guste
ÚLTIMAS PALABRAS DE JOSEFINA MANRESA
Miguel, aquí mi hombro, en fase de mórula,
para que siempre duerman a cobijo
las cabras juntas y tus versos todos
en la carne redonda de su curva;
para que el odio ciego de las cárceles venideras
que, infame, cercena tus sueños,
vierta su veneno en la cuneta de mi axila
y forme un río de ternura, hasta llegar al codo,
donde sumerjas tu frente de cebolla.
Aquí mi corazón, en fase trágica,
borbotón de la luz en Orihuela,
para que entierres cuitas en sus brotes
y puedas recorrer mis venas largas,
y tu sangre prolongue los caminos
que la vida te niega entre las sombras,
y se una con mi sangre de aceituna
hilvanando tu aliento al horizonte
en un renglón escrito con su tinta.
Aquí mis manos, en fase náufraga,
manivelas que Dios puso al alcance
de tu perito en lunas, asideros dulces
donde amainen los estertores de tu pena
y los toros negros entierren sus pezuñas negras
en el surco de las libertades,
donde se entrelacen tus dedos con mis dedos
en una encrucijada de condenas
que abracen a nuestros hijos en su cuna.
Aquí mi garganta, ahíta de parásitos
que proclaman las verdades del duelo,
la que nunca se cansará de amarte,
recién encalada para ti, para una nana
tierna o para una lluvia de sonetos
en los que el luto diga lo que sientes,
para que consigas vibrar en ella
los tétricos silencios que incardinas en los ojos,
que ni la muerte podrá cerrarte.
Aquí mi nombre, con sabor a tierra,
con vientos del pueblo en sus ladridos,
el que inventas cada vez que lo pronuncias
si dices “Josefina” muy despacio
entre la soledad de tus barrotes,
para que te aferres a él como a un brillo
de luciérnaga que ilumine el cielo
y te guíe otra vez a las palabras,
restituyendo en ellas tu memoria.
Aquí mi alma, hoja en blanco,
como la sierra que me vio nacer
en mi Quesada humilde,
lienzo donde pintar las ilusiones,
página dedicada a los valientes
que te regalo a cuenta de tus lápices
para que la obres con palabras nuevas,
las palabras que yo vendiendo iré,
junto a los vestigios de nuestra historia,
en los días de viuda que me resten.