Junto al Sr. Alcalde de Argamasilla de Alba y al Presidente del Grupo Poético ALDABA recibiendo el premio de este año. Algo más de 90 poemas presentados. Velada muy agradable y recitado por parte de los miembros del Grupo en la presentación del número XV de su revista. Después compartimos unos vinos y un queso casi sobre la celda de Cervantes.
El poema premiado ha sido: TIEMPOS DISTINTOS:
TIEMPOS
DISTINTOS.
Había un alfar. Una patria
dormida. Un elefante de azúcar negra.
Una puerta cerrada en silencio
para protegernos de los pasos del aire.
Un velo en la sien a modo de
cendal y una hornacina sin santo.
Restos de pan. Restos de noche.
Restos de náusea de paquidermo
paseándose por la mirilla de un
ombligo elocuente.
Hubo un tiempo en el que el
amor no daba abasto.
Y las cosas se escondían en los
nombres vulgares
como si no fuese posible
soportar tanta ternura.
Ahora toca el tiempo del dolor.
Un tiempo amargo.
Y cosas que se siguen
escondiendo en las palabras graves
como si no fuese posible
soportar su miedo encontradizo.
Miedo por ti. Miedo por
nosotros. Por lo que sigue al diagnóstico
y al hecho de comprender que
nada será igual cuando ya sea.
Que cada partícula se volverá
sicaria de quien le pague
y hará una guerra sucia en cada
molécula dormida, en cada sábana.
Ya sabemos dónde desemboca el
desaliento.
Dónde la esperanza coserá sus
costuras
por los mares que caben en una
pastilla
y las flautas que enmudecen
porque nos faltan dedos
para colmar todas sus
expectativas.
Y abrazos para aislar la
sumisión.
Y adormidera para conciliar un
sueño imposible.
Y dosis de pánico que vienen en
goteros.
Y ganas de esculpir el odio en
las farolas.
Lo nuestro tiene un nombre y un
tratamiento protocolario
al que nadie otorga dolor. Ni
probabilidades. Ni silencio.
Salvo nuestras miradas cuando
cruzan el éter y se chocan.
Aguardaremos su respuesta más
allá de la luz soportable.
Ya no puedo escribir sobre ti,
sobre la maldita certeza
que ha venido a reorientar la
antena de nuestras prioridades
sin conocer cómo seremos cuando
venzas, porque sé que vencerás.
Yo estaré siempre contigo, ya
lo sabes -aunque no basta-
para escalar las vértebras del elefante
negro.
Todo nacerá después. Y será
igual. Y será distinto entre nosotros.
Como nosotros mismos. Como el
amor. Como tu pelo.
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