Bienvenidos a mi blog. Si os gusta la literatura, en él podéis encontrar algunos poemas y relatos y contactar conmigo. Responderé sugerencias y comentarios en eettss@gmail.com.
IGLESIA DE SAN PABLO DE ÚBEDA
Iglesia de San Pablo (ÚBEDA)
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jueves, 11 de agosto de 2022
PREMIO DE POESÍA EN CÓMPETA
viernes, 17 de junio de 2022
PREMIO DE POESÍA EN PINOS PUENTE
Asiste a la función de idilios
que organiza el recuerdo
para festejar este primer año de distancia,
no de alejamiento,
que eso es otra forma de morirse;
y no te olvides nunca de esgrimir
este episodio de tu estancia
como un resuelo de almíbar
en el pozo sin fondo del pasado,
cita inevitable desde ahora
en toda referencia fidedigna a tu persona
que se precie de plácemes o goces.
Procura que no sea, sólo,
este lúdico ejercicio de memoria
un etéreo pulular de voces que se abrazan
a la quilla del recuerdo omnipresente
y emprenden periplos por la noche:
también ha de ser recuento riguroso
de mágicos abracadabras,
de conceptos que unzan su acervo de historias
a la cabalgadura del júbilo
y te suban, sin quererlo,
a montículos verdes de orfebrerías y quincallas,
insuperables por tu espíritu extranjero,
poco acostumbrado a destilar
el mar en alambiques.
Función que te regrese a los lugares del ancestro
y convierta en sueños tus pesadillas urbanas,
y las transforme en un páramo irrepetible
de vuelos sensoriales y quimeras
del que no desees retornar a la consciencia;
porque no hay, nunca hay
demasiados verbos transitivos,
excusas o ambages,
que justifiquen tanto distanciamiento,
tanto existir cotidiano ajeno al aire del sur,
ajeno a tu estirpe.
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Debe ser la lealtad de uno mismo con un linaje de glosas
y aventuras argentadas,
la lógica vivida que ha instalado en nuestros pabellones
su raigambre de costumbres,
porque, cómo explicar, si no, este abatimiento,
esta lasitud asarmientada,
este desvarío de veletas
en el que todas las inquietudes y todas las expectativas
nos hacen dudar y huir de nosotros mismos
acelerados hacia un burdo solar de pasiones ajenas,
de lujurias ajenas,
cuando, además, obramos según la conciencia heredada.
Quién dijo alguna vez que la primavera inmortaliza.
Pabellones de orgullo
en lontananza solitarios.
La cantera del amor está inextinta,
mas nadie puede explotarla con esta infraestructura,
y lo mismo las minas de la posible riqueza.
Se calcula la magnitud de una derrota por el peso de un abrazo.
Se cuelan por la puerta de atrás de nuestra juventud pretérita
los pormenores ridículos de un contrato imposible:
las exigencias de antaño,
lo que pudo haber sido.
Debimos conocernos al contraluz y su beneplácito,
en otra cultura y otra hora,
con otros vínculos,
y así este peregrinar que hoy termina
hubiera resultado lo que el mar quisiera en su capricho,
siempre el mar,
que nos une y nos separa a su díscolo albedrío.
Puede que sea aliada nuestra la brisa
para esparcir avena sobre el agua,
o que nos perfume el pubis
con su aliento salitre;
que se inicie un laberinto
en el interior de cada hombre
y que podamos amar dentro sus pistilos.
Otro día se pasa sin herirnos
aunque todos hieren desde la distancia.
Apartarás de ti la carne de tu hermano,
al que sólo visitarás en estaciones estivales,
al ritmo laboral y frenético del tráfico
que la profecía os brinde.
viernes, 10 de junio de 2022
PREMIO DE MICRORRELATO EN ÁVILA
La taberna es un muro de cal cuyo refugio nos impregna con su olor a otros tiempos, olor que se aferra al aliento y nos devuelve, en pequeñas dosis, los recuerdos que su barra ha ido atesorando a lo largo y ancho de los lustros.
Mientras consumimos la vida en sus altares, las bayetas se obstinan en deslindar las migrañas de los sueños a base de lustrar los cromos y los grifos donde brota la cerveza, de pulir los expositores que preservan los manjares del aliento bacteriano bajo sus urnas de cristal y agua caliente.
A mi lo que me encanta es ese espíritu bohemio e ir contigo por comerme a tientas tus muslos de pistacho y patatillas, tras susurrarte románticas promesas rebozadas en harina, huevo y pan rallado; aunque en realidad lo que busco es habitar en la bruma de tu vientre aceitunero, en el abismo de tus ojos almendrados y poder morder cada día tu nariz alcaparreña entre sorbos de vino expósito, subido a mi amado taburete.
domingo, 5 de junio de 2022
TERCER PREMIO DE MICRORRELATO EN LEPE
EL OCTAVO PASAJERO
Su afición por la astronomía la tiene absorta y solo decora su habitación con póster de galaxias y naves espaciales. Sus amigos son igual de friquis, sobre todo uno que viene mucho por casa y se invita solo cuando huele mis lentejas. Se zampa dos platos, pone cara de extraterrestre y me lo agradece con su mejor sonrisa. No sabemos si se trata de un experimento promovido por la NASA o qué, pero lo cierto es que la prueba de gravidez ha dado positivo y que en la ecografía de la niña aparece una especie de alien.
viernes, 27 de mayo de 2022
PREMIO DE POESÍA COFRADE
LA BRÚJULA ENCENDIDA
I
¡Cobarde te maldigo, Muerte impía,
sombra abominable, indigna Parca,
porque tu ira signa con su marca
las entrañas del Hijo de María!
Perdonar no puedo, impía Muerte,
abominable sombra, Parca indigna,
porque tu ira con su marca signa
un manantial de lágrimas inerte.
Gastamos media vida en asechanzas.
La vileza es un gen hereditario.
¡Perdónanos, Señor, tantas matanzas!
Debiéramos seguir tus enseñanzas,
esconder el odio en un armario
y practicar las bienaventuranzas.
II
No sé si la fe arraiga en tu suplicio
o sólo se convierte en su notario.
Sólo sé que en el fondo de mi armario
no queda sin amor ningún resquicio.
Ya es hora de firmar el armisticio:
no siempre por sentencia es necesario
que repitas cada Jueves tu Calvario
por las calles de Jaén en sacrificio.
Tu fin es el principio de otra Vida,
tu cruda soledad nuestra clemencia
y tu Cruz es su brújula encendida,
el eje que apuntala el pensamiento,
y blinda el corazón sin penitencia,
y santifica cada sufrimiento.
III
Perdón y cuenta nueva, ¿eso es todo?
¿y el dolor de un pueblo aceitunero…?
¿y la esperanza de ese jornalero
tan ahíta de llorar por tu incomodo?
Bajo la santa Cruz, rodilla en lodo,
un charco bermejizo nos cercena.
Manado del desagüe de tu vena
nos cura del pecado con su yodo.
Morir para vencer la muerte espuria
y devolver la vida a cada inválido
midiendo tu templanza con su furia.
La tiniebla, de facto irreversible,
será expulsada de tu pecho cálido
miércoles, 25 de mayo de 2022
SEGUNDO PREMIO DE POESÍA EN LORCA
LOS MEDIOCRES
Tal vez por las esquinas de mis días
deambulo sonámbulo,
extranjero
de mí mismo,
levantando relámpagos de arena en mi desierto.
Rafael Alfaro
(Tierra enamorada)
Donde empiezan a brotar las certidumbres,
a saltos de caballo en un damero,
metáfora que ahorra rebeliones
a gente como nosotros,
los mediocres,
gente que se deja bogar corriente abajo
echando de menos sus raíces.
En las redes invisibles que surcan la memoria
y sirven de soporte a la materia
cuando dos cuerpos se abrazan en la sombra
y se reparten las migajas de su soledad
creyendo inaugurar algún refugio
donde estar a salvo de intemperies,
pero solo se descubren derrotados
a la luz del nuevo día
y no distinguen dónde ir a arrepentirse,
ni por qué,
cuál camino puede llevarlos de regreso
al principio de su historia,
qué alimento repondrá sus famélicos espíritus
ahora que lo saben.
En lo alto de un muro que separa dos ambientes,
por donde no paran de trepar las salamandras,
los indicios patrocinan ilusiones
que se van quedando sin gas
a medida que se avanza por el precipicio,
porque todo consiste en regresar de un viaje
que nos decepciona, bajar del muro
tras descubrir atónitos que el otro lado de la tapia
es idéntico a este lado.
Solemos llamarlo amor,
pero puede ser melancolía, miedo a la soledad
o cualquier cosa.
O quizás querer sea precisamente lo contrario,
dejar el puerto sin la seguridad de un rumbo cierto
montando al equino que progresa en eles
lejos del cedazo, abrazar cada encrucijada
con ojos primerizos, apoyarnos en el otro
como un báculo sin garantía contrastada
e ir abriendo telarañas de algodón en los armarios,
cuando esas pequeñas burbujas de champán
las sientes dentro, aun antes de servirte la primera copa,
y la risa es una campanada que se abre.
Tal vez amar consista en volver a sufragar expediciones,
en repetir el camino muchas veces por el muro
a lomos de una salamandra
hasta descubrir que al otro lado de la cima
se puede ser tan feliz como a este lado:
solo cambian los ojos y los tiempos
que avanzan con sus eles por el dogma
llevándonos a cuestas a nosotros,
los bisnietos de la ira de don Dámaso.
Los auténticos protagonistas.
Los mediocres.
viernes, 20 de mayo de 2022
PREMIO DE POESÍA EN MIAJADAS
ACABO DE REGRESAR DE MIAJADAS (CÁCERES) DE RECOGER EL SEGUNDO PREMIO DE POESÍA DE SU CERTAMEN ANUAL. ENHORABUENA A LOS DEMÁS PREMIADOS.
ESPERO QUE OS GUSTE EL POEMA
INTROITO
Dicen que se puebla el aire
de un remoto perfume a trenes y alaridos,
de un extraño gas irrespirable,
mágica pócima de celofán y mirtos.
Y que son los cuerpos jalea aderezada
cuando el éter penetra en los sentidos
y los hace prisioneros de sus jaulas.
Que la carne se amotina en tinajas sensuales
y se convierte en una bodega de pasiones
de la que es mejor huir sin palpitar su vino.
Dicen que se dispara el deseo del joven
como ballesta en manos de inexperto arquero
y que cualquiera puede resultar herido.
Que nadie llega, artesano de hornos,
desde la otra orilla de la vida,
en la noche atávica del primer encuentro
a calentar con sus manos los contornos.
Las vituallas no alcanzan para tantos lujos
cuando el placer se alía con los cuerpos
enredados en las celosías y en las redes
de la mórbida pasión que los indujo.
Dicen que varía el sombraje llantas de franela
según le resulte el ángulo propicio;
y que al otro lado el amante agita velas.
Avanza la escollera alamares de espuma
sobre su propia crin,
y el mar yergue árboles de sal
en un bosque insostenible,
de tal modo que, -aunque dura un solo instante
hasta su voluptuoso fin-,
ya nunca te olvidas del idilio.
martes, 10 de mayo de 2022
PRIMER PREMIO DE POESÍA EN SEGURA DE LA SIERRA
Mira Luna,
desde Segura y su Sierra
don Jorge ensarta los versos
con el filo de su pluma
mientras los tibios resoles
cuando atardece en Segura
se acicalan de aceituna
y apagan sus arreboles
para que el niño se duerma.
Mira Luna,
nuestras vidas son los ríos
y nuestras manos los juncos
que sustentan en la orilla
amores y desvaríos,
amor cuando estamos juntos
y cuando duermen locura
si vienen las pesadillas
a la vera de la cuna
a importunar sus asuntos.
Mira Luna,
si decoras el paisaje
de los campos segureños
con nácar de tus adobos,
y deshaces las escarchas,
y blindas el caserío
donde crecen mis retoños
para que los venza el sueño
arrullados por el río,
dispondré un collar de plata
en la Torre de Homenaje
y una pandereta blanca
para que te hagas espejos.
Mira Luna,
si apaciguas los caballos
y silencias sus relinchos
en el sopor de las cuadras,
si acaricias los collados
que circundan el Castillo
y ahuyentas sus alimañas,
te daré flores de mayo
para que te hagas vestidos
con su terciopelo blanco.
Mira Luna,
arría nuestro estandarte
en la cumbre de los cerros,
hilado de seda pura,
que cuando entreabran los ojos
los querubines que velo,
no quiero que sus brocados,
encendidos de plata y oro,
les impidan admirarte
en tu redonda hermosura.
Mira Luna,
los pajarillos del campo
sujetan entre sus picos
los tallos de enredadera
y los posan en mi mano
para que yo le haga un nido
a mi jilguero y se duerma.
Mira Luna,
y al padre de estas criaturas
protégelo en la batalla,
porque en Segura yo sola
moriría de amargura,
incomprendida en la alcoba,
si sus coplas me faltaran.
Mira Luna,
ordena a los luceritos
que juegan sobre tu falda
a esta hora con sus destellos,
que apaguen sus resplandores,
pues mis niños se desvelan
con tantos fulgores gualdas
y despilfarran el sueño.
Mira Luna,
haz a doña Luisa Manrique,
la del color de la miel,
comendadora de hiniestas,
que alguna grácil alondra
derrame sobre sus ojos
celosías de ataurique
y estrellitas de papel,
para que aguante la siesta
y se cumplan sus antojos
hasta que venga la Aurora
y se la lleve de fiesta.
Mira Luna,
y que a don Luis, en los párpados,
se le pare una cigüeña,
portadora de presagios,
que deje la noche en prenda
y que mañana regrese,
cuando mi niño despierte,
a recoger las tinieblas.
FIN